¿Mi hijo con drogas?
El desmembramiento familiar, la curiosidad y la presión de grupo son los tres factores que actualmente se convierten en la punta de lanza para que adolescentes ingresen en el peligroso mundo de las drogas. Una simple reunión denominada “pijamada” puede servir de marco para que los chicos se inicien en el consumo.
En esta época del año los chicos y las chicas están más expuestos a acercarse a este “mundo oscuro” del cual es muy difícil salir, y esto hace más que necesarios, apunta Carlos Vitar, director de la fundación Padres Unidos en el Amor y la Fe (Puafe) y terapeuta en droga dependencia, la observación y el diálogo frecuente de los padres con sus hijos, especialmente en las vacaciones, temporada en la que los chicos tienen más tiempo para sus ocios. Discotecas y fiestas “privadas” suelen ser los focos de distribución.
Se estima que cerca del 10 por ciento de la población adolescente ya consumió algún tipo de droga, indicó Vitar, y agregó que la prevención es esencial.
Incursión en cifras
De acuerdo con los datos de Puafe y teniendo como referencia a experiencias con pacientes, el 10% se inició en el consumo con drogas depresoras, tales como tranquilizantes, ansiolíticos, sedantes y barbitúricos; un 5% comenzó con las drogas estimulantes, tales como las anfetaminas y sus derivados; mientras que un 85% empezó con la marihuana, y de esta cifra un 90% ignoraba o desconocía las consecuencias de esta droga.
¿Qué los empuja al consumo? De acuerdo con las experiencias de profesionales de Puafe, los tres factores predisponentes en la sociedad actual son los problemas familiares y desmembramiento de la familia, por lo que los jóvenes buscan una salida equivocada a su estado de desequilibrio emocional, necesidad de amor y hogares fríos; la presión de grupo, por parte de la “barra” o “los perros”; por una baja autoestima u otros trastornos le surge la necesidad de justificarse ante los demás; y la experimentación o curiosidad, que es conducida por la falta de ideales y la búsqueda de nuevas sensaciones. A esto se debe agregar la presión de una sociedad de consumo y su concepción materialista de la vida y la búsqueda de placer como objeto o fin, que promueve un vacío interior carente de valores espirituales.
Rol de los padres
En la prevención el papel que cumplen los padres es esencial, pues ellos sirven de guía a los adolescentes en el camino de sus vidas. Apunta Vitar que “el amor en el hogar evita que los hijos se acerquen a las drogas. Para las adicciones no existe vacuna más eficaz que la concienciación temprana, pero para cumplir con esto debemos saber qué hacer y aquí es importantísimo la capacitación de los padres en el tema, explicando a sus hijos los daños”.
En la prevención el papel que cumplen los padres es esencial, pues ellos sirven de guía a los adolescentes en el camino de sus vidas. Apunta Vitar que “el amor en el hogar evita que los hijos se acerquen a las drogas. Para las adicciones no existe vacuna más eficaz que la concienciación temprana, pero para cumplir con esto debemos saber qué hacer y aquí es importantísimo la capacitación de los padres en el tema, explicando a sus hijos los daños”.
Consultado acerca de qué manera se puede observar a los hijos o hijas indicó que generalmente estos presentan cambios de comportamiento o actitudes, tales como cambio drástico en su carácter, de sociable pasa a una soledad aparente, pierde peso y/o en su ropa o habitación se siente olor a ocre. También, en el grupo de siempre aparecen “amigos” desconocidos. En este último caso es fundamental que los padres sepan quiénes son las personas que frecuentan a sus hijos.
Existen tres etapas claves del consumo de las drogas. La primera es la experimental, etapa en la que “el chico se enamora de la droga, la ve como lo mejor, y entra en la búsqueda de nuevas sensaciones, o un coraje irreal”. La segunda es el uso: “pasa de la experiencia al consumo más frecuente, aunque presente cierto grado de control; y la tercera fase es el abuso: esta etapa es la más grave y destructiva, el consumo se vuelve incontrolable y el chico o chica ya se presenta para la familia y la sociedad como un problema. Llegan los delitos”.
Che, loco...
Estos son los vocabularios o jerga que los padres deben saber y observar si sus hijos los usan:
Stone: marihuana.
Yoin: cigarrillo de
marihuana.
Chespi: crack.
Merca: cocaína.
Manija: minitraficante.
Loco: el adicto lo considera a otro adicto con la denominación de “Loco”.
85% se inició en el mundo de las drogas consumiendo marihuana.
10% comenzó utilizando sustancias como ansiolíticos, tranquilizantes, etc.
5% empezó con las drogas estimulantes, anfetaminas y sus derivados
Fuente: http://www.abc.com.py/abc/nota/63869-%C2%BFMi-hijo-con-drogas/
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