¿Somos madres tóxicas? 4 preguntas que te indicarán por dónde anda tu maternidad.

 





Ayer día de la Madre, desde mi instagram @holasomos7 os preguntaba si las madres somos tóxicas para los hijos.  Vuestras respuestas sinceras fueron del 78% SÍ.  Sí lo son y a veces ni lo sabemos ni nos damos cuenta de ello. ¡¡¡!! I first!!! 

En una de mis lecturas matutinas de hoy leo atentamente:

"Durante la infancia, básicamente no tenemos la capacidad emocional para cuestionar a nuestra madre. Ella está en la base de todo, en el horizonte de todo, y quizás no nos gusten algunos de sus comportamientos, pero sentimos que no es lícito criticarla. Las cosas cambian durante la adolescencia. Por lo general, esa etapa es mucho más conflictiva para quienes han debido lidiar con una madre difícil.

La adolescencia es una transición en la que se confrontan el niño que fuimos y el adulto que queremos ser. Es entonces cuando resulta fundamental cuestionar lo que hemos recibido en casa, para forjar una identidad propia. En la adolescencia es donde comienzan los interrogantes y cuestionamientos sobre nuestros padres. Es el momento de las grandes rupturas con los padres.

Si antes no nos permitíamos criticar a nuestra madre, ahora se vuelve objeto de gran parte de nuestras insatisfacciones. Ella quiere que sigamos siendo el niño que conocen, mientras que nosotros necesitamos volar. Pero así como la adolescencia puede ser el comienzo de los grandes distanciamientos con esas figuras amadas, también es una etapa en donde es posible ajustar muchos cabos sueltos.

Una madre que ha hecho consciencia de que su papel no ha sido el mejor, puede aprovechar el tiempo de la adolescencia para reparar muchos de sus errores. Los adolescentes necesitan a los padres profundamente, mucho más de lo que están dispuestos a admitir. Un acompañamiento amoroso, paciente y con inteligencia durante esta etapa, puede reparar muchas de las fallas se dieron durante la crianza infantil.

Los conflictos salen a flote de una manera a veces cruda y dura. Pero es precisamente una oportunidad para canalizarlos y darles una solución. El joven ya está en capacidad de comprender que su madre es una persona con límites y la madre puede admitir esas limitaciones. A veces no es posible evitar que se edifiquen grandes barreras. Es cuando los hijos solo terminan de comprender a los padres si se hacen padres ellos.

Ahí descubren la imposibilidad de ser los padres perfectos de manual y entienden que el error está en la base de muchas realidades humanas. Que una madre que se equivoca no es una madre mala, sino una persona imperfecta, como lo somos todos.

Cualquiera que sea el caso, hay una verdad indiscutible: todas las relaciones afectivas de una persona están marcadas por el vínculo que tuvo con su madre, su primer amor.

Entre más sana sea esa relación, más sanas van a ser las demás. Y nunca es tarde para revisar ese vínculoPara perdonarla y pedirle perdón. Para darle vía libre a ese amor que siempre ha estado ahí y, con ello, limpiar el camino hacia una vida más gratificante.

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En menudo lío nos metimos cuando tuvimos hijos...... 

Comparto hoy también 4 preguntas te/me indicarán por dónde anda tu maternidad y toxicidad maternal.

¿Sigues gritando, amenazando y castigando por mucho que intentes no hacerlo?

¿Sigues sin poder estar presente con mis hijos?

¿Sigues sin conectar y tener un vínculo afectivo sano con mis hijos?

¿Sigues repitiendo patrones vividos en mi infancia a pesar de haber roto con algunos?


Si te apetece compartir tus respuestas, te leo.
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Feliz semana!!!


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